La FPP era el 10/08, pero en la semana 15 con una eco le diagnostican una malformación abdominal llamada gastrosquisis a mi bebé. Es un agujerito al lado del ombligo por el que se salen los intestinos. El doc fue concluyente cuando dijo que no iba a poder tener un parto vaginal y que probablemente la cesárea se practicaría en la semana 36.
Los meses transcurrieron visitando al obstetra cada 15 dias, luego cada 1 semana, haciendo ecografías cada 7 días y hablando por mail con el cirujano pediátrico que viajaría desde Bahía Blanca para operarla con un nuevo método que prometía un postoperatorio más rápido y con menos riesgos. El método consistía en operar sobre mis muslos a la bebé unida al cordón umbilical hasta que este deje de latir.
Jueves 05/07: una nueva eco indica que el líquido amniótico había disminuido y estaba espeso. Los intestinos se veían bien pero sería mejor que nazca ese fin de semana ¡Ni siquiera tenía el bolso armado! La esperábamos para el 13. El obstetra me dijo que me internaría el viernes 6 para que nazca el domingo 8. Pero la mañana del viernes me informa que decidieron practicar la cesárea ese mismo día a las 18.
La mezcla de sentimientos era tan grande, ese último mes me la había pasado llorando porque yo quería que siga en mi panza, porque iba a extrañar las pataditas, porque en mi panza ella estaba bien en cambio cuando naciera la iban a operar y no sabíamos cómo iba a salir la cirugía. Pero la realidad era que en mi panza sí corría riesgos y que lo mejor era que nazca y la operen.
Ese frío viernes pedimos estar solos, no queríamos que la familia y los amigos nos pongan nerviosos. Estábamos muy tranquilos, confiábamos en los médicos y sabíamos que iba a estar todo bien pero el miedo estaba y yo seguía tocándome la panza, sacándome fotos en la habitación del sanatorio. Ese podía ser el día más feliz de mi vida, o no.
A la tarde llegó parte de la familia más cercana, 18:25 vino a buscarme el camillero: recuerdo que iba llorando y él trataba de tranquilizarme. Martín no podía entrar al quirófano porque querían evitar cualquier tipo de riesgos para la bebé así que nos despedimos en la puerta.
Me pusieron suero y pienso que con él un tranquilizante porque al ratito dejé de llorar y aunque tenía un poco de miedo hasta sonreía. Iban llegando más y más personas al quirófano, luego supe que eran 12 en total. El cirujano infantil pedía una pinza y no estaba, qué miedito!!! Una vez que estábamos todos preparados, la peridural había hecho efecto y la pinza estaba donde tenía que estar procedieron a cortarme eran las 19:15, yo escuchaba todo pero ahora no recuerdo mucho.
A las 19 hs 25 minutos 46 segundos escuché su llanto al tiempo que un líquido caliente me mojó la mano. Fui tan feliz. Escuchaba a los médicos dándose indicaciones. Justina estaba siendo operada sobre mis piernas sin cortar cordón umbilical, ella aun estaba unida a mí. En un momento veo al cirujano infantil cruzado de brazos mirando cómo los médicos me cosían. Y le pregunté qué pasó, sinceramente me asusté pero me parece que por el efecto del tranquilizante tuve algunas lagunas.
Justina estaba siendo asistida en la servocuna, la estaban preparando para llevarla a la neo, la cirugía había sido un éxito. Me la mostraron antes de llevársela y pude darle 3 besitos. Todo esto
transcurrió en apenas 20 minutos.
Cuando me llevaron a la habitación donde estaba nuestra familia, (menos Martín que estaba con Justina en la neo) no hacía más que sonreír. Ellos tenían los ojos rojos de llorar, aun estaban nerviosos y con miedo, aun faltaba mucho tiempo para que estemos los 3 en casa.
Luego de unos minutos llegó Martín emocionado como jamás en mi vida lo vi, llorando de alegría. Ése sin lugar a dudas fue el día más feliz de nuestras vidas.
Hoy, un año después, somos unos papás orgullosos por la luchadora que trajimos al mundo y ella es una beba hermosa, sana y por sobre todas las cosas muy feliz.
Nota de Cuentapartos :Luciana era mamá de agosto, como yo, dada la situación de Justina, se convirtió en mamá en Julio. Todas estuvimos pendiente de Justina y hoy está hermosa!
Los meses transcurrieron visitando al obstetra cada 15 dias, luego cada 1 semana, haciendo ecografías cada 7 días y hablando por mail con el cirujano pediátrico que viajaría desde Bahía Blanca para operarla con un nuevo método que prometía un postoperatorio más rápido y con menos riesgos. El método consistía en operar sobre mis muslos a la bebé unida al cordón umbilical hasta que este deje de latir.
Jueves 05/07: una nueva eco indica que el líquido amniótico había disminuido y estaba espeso. Los intestinos se veían bien pero sería mejor que nazca ese fin de semana ¡Ni siquiera tenía el bolso armado! La esperábamos para el 13. El obstetra me dijo que me internaría el viernes 6 para que nazca el domingo 8. Pero la mañana del viernes me informa que decidieron practicar la cesárea ese mismo día a las 18.
La mezcla de sentimientos era tan grande, ese último mes me la había pasado llorando porque yo quería que siga en mi panza, porque iba a extrañar las pataditas, porque en mi panza ella estaba bien en cambio cuando naciera la iban a operar y no sabíamos cómo iba a salir la cirugía. Pero la realidad era que en mi panza sí corría riesgos y que lo mejor era que nazca y la operen.
Ese frío viernes pedimos estar solos, no queríamos que la familia y los amigos nos pongan nerviosos. Estábamos muy tranquilos, confiábamos en los médicos y sabíamos que iba a estar todo bien pero el miedo estaba y yo seguía tocándome la panza, sacándome fotos en la habitación del sanatorio. Ese podía ser el día más feliz de mi vida, o no.
A la tarde llegó parte de la familia más cercana, 18:25 vino a buscarme el camillero: recuerdo que iba llorando y él trataba de tranquilizarme. Martín no podía entrar al quirófano porque querían evitar cualquier tipo de riesgos para la bebé así que nos despedimos en la puerta.
Me pusieron suero y pienso que con él un tranquilizante porque al ratito dejé de llorar y aunque tenía un poco de miedo hasta sonreía. Iban llegando más y más personas al quirófano, luego supe que eran 12 en total. El cirujano infantil pedía una pinza y no estaba, qué miedito!!! Una vez que estábamos todos preparados, la peridural había hecho efecto y la pinza estaba donde tenía que estar procedieron a cortarme eran las 19:15, yo escuchaba todo pero ahora no recuerdo mucho.
A las 19 hs 25 minutos 46 segundos escuché su llanto al tiempo que un líquido caliente me mojó la mano. Fui tan feliz. Escuchaba a los médicos dándose indicaciones. Justina estaba siendo operada sobre mis piernas sin cortar cordón umbilical, ella aun estaba unida a mí. En un momento veo al cirujano infantil cruzado de brazos mirando cómo los médicos me cosían. Y le pregunté qué pasó, sinceramente me asusté pero me parece que por el efecto del tranquilizante tuve algunas lagunas.
Justina estaba siendo asistida en la servocuna, la estaban preparando para llevarla a la neo, la cirugía había sido un éxito. Me la mostraron antes de llevársela y pude darle 3 besitos. Todo esto
transcurrió en apenas 20 minutos.
Cuando me llevaron a la habitación donde estaba nuestra familia, (menos Martín que estaba con Justina en la neo) no hacía más que sonreír. Ellos tenían los ojos rojos de llorar, aun estaban nerviosos y con miedo, aun faltaba mucho tiempo para que estemos los 3 en casa.
Luego de unos minutos llegó Martín emocionado como jamás en mi vida lo vi, llorando de alegría. Ése sin lugar a dudas fue el día más feliz de nuestras vidas.
Hoy, un año después, somos unos papás orgullosos por la luchadora que trajimos al mundo y ella es una beba hermosa, sana y por sobre todas las cosas muy feliz.
Nota de Cuentapartos :Luciana era mamá de agosto, como yo, dada la situación de Justina, se convirtió en mamá en Julio. Todas estuvimos pendiente de Justina y hoy está hermosa!
2 comentarios:
Hola debo decirte que me hiciste llorar muchooo,que lindas tus palabras!
Lo que me encanto y a la vez me hiciste reflexionar fue cuando escribiste(yo quería que siga en mi panza, porque iba a extrañar las pataditas, porque en mi panza ella estaba bien)es re dulce y tierno!
Q ue bueno que todo paso y quedo en un recuerdo.
Un saludo grande.Te sigo leyendo
Me emocioné mucho. Me da mucha tranquilidad saber que odo salió tan bien. Besos enormes a Justina!!!
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