Batalla ganada a la infertilidad :
Era el domingo 30 de octubre, 39 semanas exactas de embarazo....después de cenar, nos recostamos a mirar algunos capítulos de Friends, como acostumbrábamos..... Alrededor de las 23.00 hs. sentí una sensación rara, muy rara, pero como no sabía qué era una contracción porque no había tenido ninguna en todo el embarazo, se lo comenté a Juan, y seguimos mirando Friends, como si nada. Al ratito... otra...... y al ratito, otra, otra y otra... más o menos cada 10´. Ya la cosa rumbeaba para otro lado y decidí darme una ducha, para ver si no era estrés....salgo de la ducha y oooootra vez. Ahí me tomé la buscapina compuesta tal como me enseñaron en el curso de pre-parto...e intentamos dormir.....
A las 2 de la mañana llamé a la partera, porque si, habiendo tomado la buscapina, las contracciones seguían, eran indicio de parto inminente.... Me dijo que tomara una segunda buscapina y que esperara 2 horas. A las 4 la llamé otra vez y “nos dimos cita” en la Suizo a las 7 de la mañana.
Salí de casa tan pero tan relajada, que me desconocía...llegamos obviamente temprano y obviamente también Juan desayunó (no vaya a ser cosa que la paternidad lo agarre con el estómago vacío!!!!!)... en cambio yo, me pedí un te y no pude dar más de 2 sorbos.....
Nos encontramos con Irma, mi partera, un sol, me revisó y me dijo “estás con 3 de dilatación, ya estás empezando el trabajo de parto”....Chan! Me dijo que me iban a llamar para hacer el ingreso y yo imaginé una habitación con ventanas, tele y larga espera.... pero no, me dieron una batita a mí, otra a Juan y nos dijeron “dejen acá todas sus pertenencias”....llamé a mi Mamá y le dije “Ma, te aviso y avisale a Papi que entramos a la sala de partos; porfi, no vengan hasta que nazca Mateo”.... a mi mamá no le gustó un pomo, pero respetuosa como es, se la bancó como una lady, de hecho, era algo que habíamos decidido de común acuerdo con Juan, y lo sabían.
Entramos a la sala de partos a las 8.00 AM, y estuvo todo ok, sin mayores dolores. Me aplicaron la epidural (ayyyy, Dios, qué trabajo le dí a ese pobre anestesista!!!!!) y ahí empezaron a estimular las contracciones y la cosa se volvió más dolorosa, pero soportable. Tipo 14.30 vino Cantisani, mi obstetra y ahí la calma volvió a su lugar, ya tenía como 8 de dilatación, hicimos un simulacro de pujo y fue, lejos, lo que peor hice en mi vida... no podía coordinar una respiración con un pujo ni por broma, estaba tan desconcentrada que me decían cuánto era 1 + 1 y dudaba..... le dieron tiempo al bebé para bajar y 15.30 volvió para hacer nacer a Mateo......
Pujé un par de veces (para atrás, un desastre!!!) y la cosa no iba para atrás ni para adelante, me dijeron que el bebé era muy grande y que una vez que le sacaran la cabeza se la iban a rotar con fórceps y la simple mención a esa palabra me hizo perder toda la calma conseguida.... no me vi la cara pero vi la de Juan cuando me vio... el pánico se apoderó de mí, Cantisani trataba de serenarme, la partera me agarraba de una mano y el anestesista de la otra... pujé como pude (mal, pero como pude) y Cantisani me dice “mirá, mirá nacer a tu hijo”......ahí se detuvo el tiempo.... vi salir a Mateo y todo alrededor desapareció.... era un bebé enorme, enorme, enorme, divino, precioso, rollizo.... pegó un grito de bienvenida al mundo que adoré, porque me dio una tranquilidad tremenda.... pero como todo bebé estaba medio azulado y yo lo único que hacía era repetir “¿Está bien, está bien?” y la neonatóloga me decía “Está perfecto, quedate tranquila!!!”....lo apoyaron en mi pecho y le di un beso como pude, como me salió, no sabía ni cómo agarrarlo, por Dios qué momento!!!!! Nos abrazamos los 3 y se lo llevaron para hacerle controles...... Mateo pesó 4.122 kg. y midió 51,5 cm.
Fueron los minutos más largos de mi vida, me quería ir detrás de él pero el obstetra me dijo “Ahora sigo con vos!”... claro, quedaba una reconstrucción pendiente, ji, ji, ji. Apenas terminamos, yo todavía en la camilla escuchaba a Juan hablar y me senté a espiar porque no aguantaba más.... y casi me cuelgan, porque estaba recién cosidita, ji, ji, ji.
Ahí nos fuimos los 3 a la habitación y estuvimos como una hora los 3 solitos conociéndonos....fue maravilloso. Claramente, fue el día más feliz de mi vida.
Mateo nació luego de 3 años de lucha contra la infertilidad... después de 4 laparoscopías por endometriosis severa, una inseminación artificial que fue negativa, otra fertilización in vitro negativa también y un embarazo detenido en la semana 4.... cuando ya no tenía más esperanzas, llegó él. Fue la primera batalla librada contra la infertilidad. Hace dos años y dos meses estamos intentando terminar de formar la familia que siempre soñamos. Ojalá Dios nos ayude.
Era el domingo 30 de octubre, 39 semanas exactas de embarazo....después de cenar, nos recostamos a mirar algunos capítulos de Friends, como acostumbrábamos..... Alrededor de las 23.00 hs. sentí una sensación rara, muy rara, pero como no sabía qué era una contracción porque no había tenido ninguna en todo el embarazo, se lo comenté a Juan, y seguimos mirando Friends, como si nada. Al ratito... otra...... y al ratito, otra, otra y otra... más o menos cada 10´. Ya la cosa rumbeaba para otro lado y decidí darme una ducha, para ver si no era estrés....salgo de la ducha y oooootra vez. Ahí me tomé la buscapina compuesta tal como me enseñaron en el curso de pre-parto...e intentamos dormir.....
A las 2 de la mañana llamé a la partera, porque si, habiendo tomado la buscapina, las contracciones seguían, eran indicio de parto inminente.... Me dijo que tomara una segunda buscapina y que esperara 2 horas. A las 4 la llamé otra vez y “nos dimos cita” en la Suizo a las 7 de la mañana.
Salí de casa tan pero tan relajada, que me desconocía...llegamos obviamente temprano y obviamente también Juan desayunó (no vaya a ser cosa que la paternidad lo agarre con el estómago vacío!!!!!)... en cambio yo, me pedí un te y no pude dar más de 2 sorbos.....
Nos encontramos con Irma, mi partera, un sol, me revisó y me dijo “estás con 3 de dilatación, ya estás empezando el trabajo de parto”....Chan! Me dijo que me iban a llamar para hacer el ingreso y yo imaginé una habitación con ventanas, tele y larga espera.... pero no, me dieron una batita a mí, otra a Juan y nos dijeron “dejen acá todas sus pertenencias”....llamé a mi Mamá y le dije “Ma, te aviso y avisale a Papi que entramos a la sala de partos; porfi, no vengan hasta que nazca Mateo”.... a mi mamá no le gustó un pomo, pero respetuosa como es, se la bancó como una lady, de hecho, era algo que habíamos decidido de común acuerdo con Juan, y lo sabían.
Entramos a la sala de partos a las 8.00 AM, y estuvo todo ok, sin mayores dolores. Me aplicaron la epidural (ayyyy, Dios, qué trabajo le dí a ese pobre anestesista!!!!!) y ahí empezaron a estimular las contracciones y la cosa se volvió más dolorosa, pero soportable. Tipo 14.30 vino Cantisani, mi obstetra y ahí la calma volvió a su lugar, ya tenía como 8 de dilatación, hicimos un simulacro de pujo y fue, lejos, lo que peor hice en mi vida... no podía coordinar una respiración con un pujo ni por broma, estaba tan desconcentrada que me decían cuánto era 1 + 1 y dudaba..... le dieron tiempo al bebé para bajar y 15.30 volvió para hacer nacer a Mateo......
Pujé un par de veces (para atrás, un desastre!!!) y la cosa no iba para atrás ni para adelante, me dijeron que el bebé era muy grande y que una vez que le sacaran la cabeza se la iban a rotar con fórceps y la simple mención a esa palabra me hizo perder toda la calma conseguida.... no me vi la cara pero vi la de Juan cuando me vio... el pánico se apoderó de mí, Cantisani trataba de serenarme, la partera me agarraba de una mano y el anestesista de la otra... pujé como pude (mal, pero como pude) y Cantisani me dice “mirá, mirá nacer a tu hijo”......ahí se detuvo el tiempo.... vi salir a Mateo y todo alrededor desapareció.... era un bebé enorme, enorme, enorme, divino, precioso, rollizo.... pegó un grito de bienvenida al mundo que adoré, porque me dio una tranquilidad tremenda.... pero como todo bebé estaba medio azulado y yo lo único que hacía era repetir “¿Está bien, está bien?” y la neonatóloga me decía “Está perfecto, quedate tranquila!!!”....lo apoyaron en mi pecho y le di un beso como pude, como me salió, no sabía ni cómo agarrarlo, por Dios qué momento!!!!! Nos abrazamos los 3 y se lo llevaron para hacerle controles...... Mateo pesó 4.122 kg. y midió 51,5 cm.
Fueron los minutos más largos de mi vida, me quería ir detrás de él pero el obstetra me dijo “Ahora sigo con vos!”... claro, quedaba una reconstrucción pendiente, ji, ji, ji. Apenas terminamos, yo todavía en la camilla escuchaba a Juan hablar y me senté a espiar porque no aguantaba más.... y casi me cuelgan, porque estaba recién cosidita, ji, ji, ji.
Ahí nos fuimos los 3 a la habitación y estuvimos como una hora los 3 solitos conociéndonos....fue maravilloso. Claramente, fue el día más feliz de mi vida.
Mateo nació luego de 3 años de lucha contra la infertilidad... después de 4 laparoscopías por endometriosis severa, una inseminación artificial que fue negativa, otra fertilización in vitro negativa también y un embarazo detenido en la semana 4.... cuando ya no tenía más esperanzas, llegó él. Fue la primera batalla librada contra la infertilidad. Hace dos años y dos meses estamos intentando terminar de formar la familia que siempre soñamos. Ojalá Dios nos ayude.
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