jueves, 20 de marzo de 2008

* Nacimiento de Sofía parte II

Al levantarme de la siesta fui al baño y noté una manchita de sangre, llamé de inmediato a la partera, a pesar de que en el curso de preparto nos dijeron que por una manchita no nos preocupemos, ella estaba justo en un sanatorio en un parto así que me dijo que vaya para allá que me revisaba, allí fuimos, me revisó y me dijo que me faltaba rato, creo que ni siquiera me dijo cuanta dilatación tenía, me dijo que iba lento pero bien. Se comunicó con mi ginecólogo quien le dijo que me internara al día siguiente a primera hora y hacíamos un goteo para que nazca ya que estaba en fecha y ya estaba bastante dolorida. Recuerdo que me despedí de la partera preguntándole si no pasaría nada a la noche...y me dijo “nooooo, te falta rato....” (para terminar de dilatar, considerando además que era primeriza). Salí con una sensación rara, siempre pensé que el parto sería sorpresivo, pero ahora era como que ya estaba programado, Sofía nacería al día siguiente...aunque ella no tenía esos planes...
Pasamos por la clínica para reservar cama, pero no había, prometieron guardarme una si se desocupaba, luego pasamos por la casa de mi mamá a avisar la noticia, volvimos luego a casa, eran casi las 19. Mi marido esperaba gente por un tema de trabajo, yo me quedé en la pieza, dolorida, cada vez más, con contracciones cada vez más fuertes, mandaba mensajes por celular a mis amigas para contarles, recuerdo las palabras de mi amiga Vanina : “no vas a aguantar toda la noche, llamá a la partera ya, y si aguantás mañana vas a estar tan cansada que ni vas a poder pujar”, con cada contracción me daba cuenta que seguro tenía razón. Al rato me llama mi prima y le dije que estaba tirada en la cama con contracciones mientras mi marido estaba en la cocina con gente, me maté de risa un rato con ella que me hacía el aguante por tel, pero las contracciones no me daban paz, el dolor ya era insoportable, empecé a mandarle mensajes de texto a mi marido que estaba en la cocina para preguntarle cuando se iban los que estaban con él!, sin decirle que ya no daba más. A todo esto ya eran casi las 22, como seguían sin irse, llamé a la partera, le dije que no daba más del dolor, me propuso encontrarnos a las 23 en la clínica para revisarme de nuevo.
Los que estaban con mi marido se fueron y mi marido vino a la pieza, me encontró preparándome para bañarme y le dije que nos íbamos para la clínica. Llamamos a mi mamá para que ella nos llevara, llevamos el bolso “por las dudas”, las contracciones me cortaban la respiración. Fue un alivio llegar a la clínica y ver que también llegaba mi partera. Fuimos a la sala de preparto, me revisó y ya estaba en 4 cm...ahí justo rompí bolsa!, eran las 23. “listo, te quedás” me dijo ella. Ahí me di cuenta que el nacimiento era inminente.
Las contracciones seguían, con prisa y sin pausa, sentía que en las pausas no alcanzaba a recuperarme, cuando terminaba una rogaba que no volviera otra...pero sabía que eso no era posible y que pronto tendría otra, cuando volvían se me cortaba la respiración y Verónica, mi partera, me recordaba que tenía que respirar..., por Dios que dolor tan grande, tan inimaginable, y dolía más aun porque la bolsa ya estaba rota, juro que pensé que no podría soportar tanto dolor, me ofrecieron la epidural pero no la quería. Mi marido estuvo todo el tiempo a mi lado, dándome la mano hasta que le clavé tanto las uñas que me dijo “no, si me vas a clavar así las uñas no...”, la dilatación a mi me parecía eterna pero iba rápido, cuando estaba en 8 llamaron a mi ginecólogo, ya tenía ganas de pujar, y ya en 9 creo, fuimos a la sala de parto, me llevaron en silla de ruedas y cuando entré estaba como tan ida que no quería pasarme a la camilla, sentí también que las contracciones habían aflojado, pero aun faltaba que nazca!!!...llegó mi Dr, y después entró mi marido, había dos enfermeras también, Verónica le informó al médico mi sensación, las contracciones habían disminuido se frecuencia, ¡¡justo ahora que tenía que nacer!!!, pero al rato vino una...y empezaron los pujos...¿yo pensaba que lo anterior había sido dolor? NO! DOLOR ERA ESTO!...por Dios ya no daba más y había hecho un pujo solo...mis gritos se debieron haber sentido en toda la cuadra...habrán sido la 1.30 de a mañana, pujaba pero la bb no bajaba, luego de unos pujos controlaron latidos de la bb, estaban lentos, me hicieron poner de costado, para oxigenarla y me agregaron glucosa al suero, se recuperó, y seguimos con los pujos “cuanto falta???” era mi pregunta cada 3 segundos, “10 pujos” me dijo el doc...casi me muero...apenas llevaba unos 3!!!!...mi marido me daba aliento, y estaba en la sala de partos como pez en el agua, iba, venía, miraba...la beba bajaba pero muy lento...recuerdo haberle dicho al médico que no daba más, y el me dice “¿y que querés hacer?”, se me iluminó la cara pensando que me daría opciones sobre que hacer y le dije “¿qué se puede hacer?” “pujar” me dijo él...no era precisamente la respuesta que esperaba...los pujos seguían y la beba tardaba en bajar, la partera ayudaba haciendo presión sobre la panza, todo el tiempo me decían dale que ya viene, ahí está la cabeza, pero yo no creía más a nadie!...”no me mientan más” decía...de repente escuché que alguien dijo “llamen al pediatra” y la enfermera al lado mío me dijo “mirá ahí sale tu bb” y me ayudo a levantar la cabeza, por Dios, que sensación increíble, cortaron el cordón de inmediato porque la beba lo tenía tipo bandolera que eso hacía que no bajara con cada contracción, la beba lloró, yo no podía creer el alivio que sentía, el dolor desapareció como por arte de magia, la agarró la pediatra y le hicieron los controles. Mi cara se desfiguró por un momento cuando el gine me dijo “un pujo más y listo” “¿¿cómo?? pensé que esto era todo”...faltaba la placenta...pero salió mucho más fácil, pedí que me la mostraran, y ahí estaba la que había mantenido por 9 meses calentita y alimentada a mi hija a punto de cumplir su ciclo de vida, luego cosieron la episiotomía. Pusieron a Sofía en mis brazos para salir con ella de la sala de partos, era realmente hermosa, no parecía un recién nacido, tenía la piel perfecta, no arrugada, era peladita y tenía los ojitos semiabiertos. Nació a la 1.55 del 30 de Agosto de 2007, con 3.460 kg y 49.5 cm.

Pd: El postparto merece post aparte...















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